Todas las mamás nos hemos sentido culpables en algún momento: si perdemos la paciencia con nuestros niños o si no les dedicamos suficiente tiempo, o si los regañamos de más... o de menos.
Cuando hemos decidido educar fuera de la escuela, parece que las razones para sentir culpabilidad se multiplican:
«¿Lo estaré privando de algo?»
«¿Estará aprendiendo lo suficiente?»
«¿Debería presionarlo más para que estudie?»
En este episodio te cuento a qué se debe este sentimiento y cómo podemos manejarlo.